A finales del S. XVI, se produjo el primer intento de recuperación de la música de la Antigüedad.
En Florencia, bajo las alas del Conde de Bardi, se formó la que se dio en llamar Camerata Florentina, un grupo de músicos y poetas cuyo principal objetivo era revolucionar deliberadamente el transcurso de la historia a través de la música, devolviéndola al lugar de donde fue arrancada.
Nuestros ancestros no percibían la realidad de forma fragmentada como nosotros. La música formaba entonces parte del Todo. Y al Todo se propusieron devolverla los numinosos miembros de la Camerata.
La música había sido corrompida, al igual que había sido corrompida la existencia. El tiempo lineal había ganado la batalla y Ouroboros había sido descabezado.
Girolamo Mei pudo contemplar el abismo y lo que vio guió a los miembros de la Camerata, dispuestos a recuperar los modos antiguos.
La Iglesia quería arrebatar la música al pueblo y convertirse ella en el único camino para llegar a contemplar a los dioses, intentando arradicar esta ancestral función que había tenido la música para los Ancestros. El Patriarcado había subyugado a la Diosa pero los miembros de la Camerata ya habían dado el primer paso.
Recordaban por fin que el fénix les llevaría al Zep Tepi, que hay que adentrarse en las entrañas de la tierra para volver a nacer y completar la Obra, que había que alzar de nuevo el pylar cósmico, subir los siete escalones del Zigurath...
Se inició la Ceremonia y los Arcanos largo tiempo ocultos fueron desvelados. Los miembros de la Camerata afirmaron la supremacía de lo antiguo y devolvieron el poder a la PALABRA. Los dioses adorados en la antigüedad abrieron de nuevo sus ojos y contemplaron a la Gran Serpiente descabezada.
Mucho tiempo después, la guerra entre el tiempo lineal y el circular continúa. Los espíritus invocados durante los ritos de la Camerata han buscado a los que debían portar el cetro que permitía contemplar los arcanos de la antigüedad. Muchos han sido llamados y han mantenido viva la llama.
PYLAR se une a los que quieren contemplar de nuevo el Abismo del Tiempo y escuchar las voces de los que fueron destronados...
At the end of S. XVI, there was the first attempt to recover the music of antiquity.
In Florence, under the wings of Count Bardi, was formed which was called Florentine Camerata, a group of musicians and poets whose main objective was deliberately revolutionize the course of history through music, returning music to where was it was ripped.
Our ancestors did not perceive reality in a fragmented way like us. Music was then part of the Whole. And the Camerata numinous members proposed return it to the Whole.
The music had been corrupted, as it had been corrupted existence. Linear time had won the battle and Ouroboros had been decapitated.
Girolamo
Mei could contemplate the abyss and what he saw led the Camerata members,
willing to restore the ancient ways.
The Church wanted to snatch the music to
the people and trying to become the only way to reach and contemplate the gods,
attempting to eradicate this ancestral function that had the music for the
Ancients. The Patriarchy had subdued the Goddess but members of the Camerata
had already taken the first step.
They finally remembered that the phoenix would
lead them to the Zep Tepi, you have to go into the depths of the earth to be born
again and complete the Opus, he had to raise again the cosmic pylar, climb the
seven steps of Zigurath ...
Ceremony was initiated and long-hidden
arcana were revealed. Camerata members claimed the supremacy of the Old and
they returned the WORD its lost power. The gods worshiped in ancient past reopened
his eyes and looked at the Great Serpent beheaded.
A long time later, the war between circular
and linear time continues. The spirits summoned during the Camerata rites have searched
those that must carry the scepter that allowed contemplate the mysteries of
antiquity. Many have been called and they have kept the flame alive.
PYLAR joins those who want to look again
at the Abyss of Time and hear the voices of those who were dethroned ...