¡Recordad!
Recordad cómo fue el sonido, la música, quien guió el
destino de las otras artes durante muchos siglos.
Suele pasarse por alto la extraordinaria importancia que el
denominado Canto Gregoriano tiene para la historia de la música. En él se
ocultaron los últimos arcanos de la música de las grandes civilizaciones que
sobrevivieron a la caída del mundo antiguo en el siglo V.
Para rastrear esos tesoros ocultos en el gregoriano habremos
de hacer un estudio de sus antecedentes. Si seguimos ese rastro, que pocos se
han atrevido a seguir tan lejos, acabaremos retrocediendo en el tiempo y viendo
que los orígenes del canto llano se encuentran en la música cortesana faraónica
que se entonaba dentro de las numinosas pirámides e incluso más allá, en la
música que las sacerdotisas guardianas del saber de la antigüedad cantaban
dentro de los increíblemente poderosos templos megalíticos de la prehistórica
Europa occidental.
Pero antes de viajar tan lejos, me centraré en los
antecedentes cercanos del gregoriano.
Los orígenes del canto gregoriano se encuentran ocultos tras
una espesa bruma a través de la cual es difícil orientarse. Tras la caída del Imperio Romano y el fin del mundo antiguo
la liturgia cristiana se extendía por extensas zonas de Europa, África y Asia.
La
falta de un poder centralizador hizo que el canto sagrado adoptara
características diferentes según la región y así se formaron una multitud de
escuelas:
-
Canto Ambrosiano
San Ambrosio, obispo de Milán (340-397 d.E.C.), trajo desde
Bizancio (mientras el imperio romano intentaba no sucumbir ante la presión de
los pueblos bárbaros) un regalo para occidente: el canto antifonal. Este canto
encerraba fuertes ecos del antiguo canto bizantino. Podemos comprobarlo en los
adornados melismas que entonaban sus cantores....
-
Canto Romano Antiguo
La influencia oriental sigue su curso y del norte de la
península italiana llegamos a su parte central, a Roma, la ciudad imperial. El
canto romano antiguo sigue conservando una fuerte influencia bizantina, con
restos incluso de polifonía oriental...
... cuyos melismas acariciaron la poderosísima cúpula del Panteón de Agripa, convirtiéndola en portal entre mundos:
-
Canto Beneventano
Llegamos finalmente al sur de la península italiana para oír
el canto beneventano, muy ornamental, y donde seguimos vislumbrando que la
sombra de la basílica de Santa Sofía y sus ecos orientales inundan la esencia
de este canto litúrgico...
-
Canto Visigótico
Simultáneamente al desarrollo de los tres cantos anteriores,
se erigía el cuarto pilar del canto gregoriano en la península ibérica. Este
canto es extremadamente particular ya que bebía de muchas y muy diversas
corrientes: la ancestral tradición galicana relacionada con los druidas celtas,
las iglesias norteafricanas y la influencia del canto árabe presente en la
península.
Cuando el cardenal Cisneros lo rescató del olvido, el canto visigótico volvió a entonarse en la Catedral de Toledo, haciendo que el templo se elevara en busca de un remoto pasado:
Bar-Gal, Gran Guardián del Metal Ancestral, miembro del Numinoso Círculo Atlante
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