lunes, 23 de diciembre de 2013

Historia Oculta de la Música - Los trovadores y el paganismo


¡Recordad!

Recordad los lejanos y orientales ecos, los susurros que volvían a oírse en las tierras cristianas de occidente, aquellos en los que los iniciados reconocían el Legado de la Antigua Tradición.

Pero era tiempo de Cruzadas y los templarios eran depositarios de conocimientos y ritos olvidados y ellos fueron los encargados de preparar el terreno para el Renacimiento europeo. La cruzada de 1147 tuvo una enorme trascendencia para el futuro de la música. La influencia de los templarios se dejó sentir en toda la sociedad. ¿Qué secretos traían del misterioso oriente? ¿Qué escondía la simbología esotérica de los cantos que practicaban bajo la geometría sagrada del Templo de Salomón?


Así se abrieron las puertas a un lenguaje espiritual nuevo, distanciado de las formas de pensar tradicionales, más libre. Los horizontes de la lírica se expandieron para poder expresar una nueva manera de entender los sentimientos y así surgió un nuevo arte y los Trovadores hicieron su aparición. Y ellos fueron los herederos de parte de la antigua tradición que volvía a occidente, tras una ausencia de milenios, gracias a los templarios.

Así, los Trovadores comenzaron a cantar y a alabar a la ancestral Diosa Madre y comenzaron a difundir enseñanzas largo tiempo olvidadas. Una nueva batalla de la larga guerra entre el antiguo espíritu y la nueva fe  se desataba en Europa. Trovadores, troveros y maestros cantores, Alfonso X el Sabio y sus Cantigas... el espíritu de la madre inundaba de nuevo el corazón de la tierra donde nació.



Y la Iglesia debía responder a los peligrosos saberes que volvían para iluminar las cortes del viejo continente. Y el Gótico alzó los templos de dios hasta alturas increíbles. Y allí Leonin y Perotin inundaban la sagrada forma del templo buscando los misterios ocultos en el tono, un conocimiento que se había transmitido desde tiempos inmemoriales.

Y así, la batalla entre música sacra y música profana continuaba...

Bar-Gal
Gran Guardián del Metal Ancestral

sábado, 21 de diciembre de 2013

¡Oh, Nanna!


Los miembros de PYLAR visitaron in illo tempore un ancestral dolmen construido hace más de cuatro mil años. En este sempiterno Lugar de Poder, LenguaDeCarpa y Bar-Gal volvieron a realizar una antigua y olvidada ceremonia para despertar las fuerzas telúricas que yacen dormidas desde los Tiempos Remotos.

Nuestra Diosa Madre se elevaba en el cielo. La danza comienza para regresar al útero y volver a nacer... volver a renacer... y así conocer... y así reconocer. Los cánticos del monje Rasputín en lenguas preindoeuropeas invocan arquetipos sonoros que solo el iniciado puede contemplar en toda su magnitud.

Avanza. Avanza y Recuerda. Nuestra madre clama y acudimos a la llamada. Contempladla. Contempladme. Porque yo soy El Más Anciano de los Errantes...



lunes, 9 de diciembre de 2013

Historia oculta de la Música - Leoninus, Perotinus y el Renacer de la polifonía


¡Recordad!

Recordad aquel tiempo en que la musica mensurabilis nació.

Al mismo tiempo que los templos en la Europa Occidental comenzaban a elevarse hacia el cielo como nunca lo habían hecho, la música comenzó a elevarse a su vez de una manera ignota hasta entonces. Las catedrales se elevaban y así hacían también las voces de los que elevaban sus espíritus dentro de ellas. Pero, ¿fue la arquitectura la que elevó a la música o fue la superposición de voces la que alzó las bóvedas catedralicias y las portentosas vidrieras anunciando un período donde la luz volvería a iluminar las oscuras edades?


Nos encontramos en el S. IX y el Renacimiento Carolingio comienza a tejer su influjo en el ámbito musical. El numinoso documento llamado Musica Enchiriadis supone el comienzo de un proceso donde intenta recuperarse para la Iglesia un modo de hacer música abandonado hace mucho por el ámbito sagrado que en Europa solo pervivía en el paganismo que dio origen al movimiento trobadoresco, cuando el primer milenio de la Era Común había sido completado.


Existía en lo más profundo de un denso bosque un lugar de poder donde los Druidas invocaban a la Diosa Madre. Mucho tiempo después se elevó allí un templo cristiano que cuatro veces fue elevado y cuatro veces fue quemado. Cuando se elevó la quinta y definitiva vez pudo contemplarse aquel mágico edificio que contiene la fuente secreta del poder druida en su interior: la Catedral de Chartres, donde la geometría sagrada de los tiempos antiguos volvió a renacer gracias a los saberes que volvían del portentoso e inmemorial Oriente.

Así, la música tuvo que responder a la llamada. Lo que se reflejaba en la nueva arquitectura sagrada debía ser cantado. El Magister Leoninus, fue el elegido y compuso un arma alquímica de un poder absoluto: El Magnus Liber Organi.


Pero las catedrales seguían elevándose, quizá empujada por las nuevas alturas también alcanzadas en la música, y apareció así el sucesor de Leoninus, el Magister Perotinus, para llevar las oscuras enseñanzas inmersas en el Gran Libro del Órgano aún más allá... añadiendo a la polifonía a dos voces una tercera e incluso una cuarta.

Perotinus utilizó para este Acto de Poder una escala temporal que pocas veces ha sido igualada, extendiendo las melodías del canto llano y cruzándolas en un frondoso nuevo tejido: el contrapunto, donde las melodías batallan nota contra nota en una épica batalla de proporciones colosales como respuesta a la iluminación que bañaba los nuevos templos de dios. La música reflejaba entonces algo que solo se recuerda de los tiempos antiguos: la inmovilidad, un arquetipo olvidado, el símbolo sonoro utilizado por los antiguos para comunicarse con los dioses donde las quintas y las octavas se utilizaban para simbolizar a la eternidad fecundando al tiempo sagrado.


Pero la batalla se fraguaba en la distancia y los secretos que cantaban los trobadores, ecos de los tiempos remotos, se cernían sobre la Europa cristiana...

Bar-Gal
Gran Guardián del Metal Ancestral


martes, 3 de diciembre de 2013

Historia Oculta de la Música - in illo tempore...


¡Recordad!

Recordad aquel tiempo en que los estilos y los usos de la música eran fijos, inmutables, eternos. Esto era así desde los albores de la humanidad. En aquel tiempo los músicos eran artesanos del sonido y la música no tenía sentido por sí misma, no se practicaba música si no era para cumplir una función sagrada, para repetir el acto supremo de la trascendencia, para viajar al tiempo sagrado, aquel donde somos eternos.

La música estaba en aquel tiempo fijada a la plegaria, a la danza y al canto y se practicaba para usarse y no para contemplarse.


El alimento de la música en esos tiempos remotos era la memoria, aquella que bebe de la profunda tradición oral y que se ha perdido en su mayor parte.

Cuando surgen las llamadas primeras civilizaciones, Egipto y Sumer, y se da comienzo a la Historia la música dejó de recordarse acudiendo a la memoria y comenzó a escribirse en la Piedra. El interior de las pirámides, la tablillas sumerias, el Epitafio de Seikilos...



En la Edad Antigua comenzó un proceso que desembocó en el surgimiento de una anomalía histórica: la música occidental.

En el próximo capítulo de la Historia Oculta de la Música hará aparición un nuevo ser que llevaba un tiempo vislumbrándose en el Arte: el AUTOR. Su aparición cambiaría la historia del mundo para siempre...

¡Recordad!